Forrarse durante la post-burbuja: Autopistas y autobeneficio (II)

El mes pasado se intentó explicar (el éxito lo decidirán los lectores) dónde y con qué criterio (o falta de él) se han construido las autovías y autopistas Aquí…para quien no se lo quiera leer, ahí van las conclusiones del artículo (se lamenta el tiempo que se ha hecho perder a quien lo leyera entero):

- en CAT la mayoría (67%) de vías de alta ocupación (con 2 carriles o más) tiene peajes, frente al 20% en el resto de regiones de Aquí, un agravio obvio y evidente;

- La práctica totalidad de vías de alta ocupación construidas Aquí en los últimos 20 años, que son la mayoría de las existentes, han sido financiadas por los fondos estructurales y de cohesión de la UE, de manera que se han invertido en aquellas regiones que Bruselas (y no Madrid) ha considerado prioritarias (en base al PIB medio), entre las cuales no está CAT, como tampoco están Aragón o la Rioja. No es posible poner peajes en estas carreteras para financiar su construcción, ya que ha sido Europa quien ha puesto la mayoría del dinero.


Tres apuntes básicos antes de continuar:
- Construir una carretera cuesta dinero.
- Mantener una carretera (retirar objetos, reparar el firme y/o la señalización…) también cuesta dinero. En concreto, La Asociación Española de la Carretera ha denunciado recientemente que hacen falta 5.500 millones de euros para volver las carreteras españolas a un estado de conservación adecuado y la Fundación CEA ha criticado, por su parte, que los presupuestos generales del Estado “marginan la renovación y conservación de señales verticales en las carreteras”, como se comenta aquí.
- Todos nos beneficiamos del buen estado de las carreteras y de la gratuidad de su uso, tengamos o no coche, ya que el 86% de las mercancías de Aquí se mueven por carretera.
Inciso: la cifra de mercancías transportadas por carretera es escandalosamente alta, y más teniendo en cuenta la inversión descomunal en AVE que no ha ido, por ejemplo, a mejorar la red ferroviaria de transporte de mercancías; de esta manera, el peaje propuesto recientemente para las carreteras vendría a corregir el desequilibrio generado por la sustitución del ferrocarril convencional por la alta velocidad, mucho más cara, como se explica muy bien aquí, con una interesante guinda: es como si el gobierno nos dijera que nos hemos estado moviendo por encima de nuestras posibilidades.




Un poco del gélido bosque de Bialowieza, para acompañar este tórrido verano…


Por tanto, cuanto más barato y eficiente sea el transporte por carretera, menos se incrementa el precio final de los productos que compramos, al igual que es positivo para los ciudadanos que el transporte público de las grandes ciudades esté subvencionado, para no empeorar la calidad del aire, independientemente de si uno lo utiliza o no. Por otro lado, un tercio de la población no tiene vehículo propio, y no tiene por qué aportar lo mismo que quien utiliza el coche masivamente. La discusión debe versar, por tanto, sobre cómo poner ese dinero: el de construcción, para futuras carreteras (en el improbable caso de que se construyan nuevas carreteras) y el de mantenimiento de la red actual. La decisión final consiste en decidir qué porcentaje es cubierto por cada una de las dos alternativas siguientes:

- Toda la Sociedad paga, mediante:
* Presupuestos generales públicos: autonómicos o estatales, en función de quién sea el propietario de la carretera;
* Peajes en sombra: financiación a la empresa concesionaria en función del número de vehículos que utilizan la vía, a cargo de presupuestos públicos.

- Pagan los usuarios, mediante:
* Peajes “a la luz”: el peaje tradicional;
* Impuestos específicos: impuesto de circulación, impuesto de matriculación, IVA de la compra del vehículo, impuestos especiales a los hidrocarburos...;
* Viñeta: una pegatina obligatoria para circular por ciertas vías; es el modelo aplicado en Suiza, por ejemplo.





¿Cuál es la opción más interesante?
En realidad el punto clave no es tanto la modalidad que se adopte sino, especialmente, cómo se ejecute y con qué nivel de transparencia. Cualquier opción puede ser válida si está sujeta a un mínimo de control para que se generen recursos suficientes que garanticen el adecuado mantenimiento de la infraestructura, a un coste razonable para el erario público. Revisaremos las opciones muy brevemente:
1. Financiación con cargo a Presupuestos Generales: puede ser un modelo interesante principalmente si se vertebra adecuadamente con los impuestos directos (circulación, matriculación, hidrocarburos), aunque por supuesto es complicado por la maraña administrativa: el impuesto de circulación es municipal, el de matriculación es estatal y el IVA y los hidrocarburos tienen tramos estatales y autonómicos.  La principal ventaja es la relativa transparencia, ya que se podría ver claramente cuánto dinero público es destinado al mantenimiento de las diferentes infraestructuras en los presupuestos públicos publicados (siempre que todas las administraciones se dignen a mostrar sus presupuestos, claro).
2. Financiación por peaje en la sombra: es un sistema que no ha terminado de funcionar bien en otros países europeos (Bélgica, Inglaterra, Francia), como comenta el gran Germà Bel…quizá por ese motivo, y por las excelentes oportunidades que se han encontrado Aquí para su gestión en beneficio de los de siempre, se ha adoptado Aquí, como por ejemplo en las “autovías” de Madrid (que de hecho son de pago aunque no haya peajes). Este modelo se analizará en más detalle en el próximo capítulo…
3. Financiación por peajes a la luz: es el modelo utilizado masivamente en CAT, y que tantas ampollas ha levantado (también ha dado lugar al levantamiento de ampolles de cava en manos de unos pocos afortunados). La gran crítica que recibe este sistema actualmente es la total opacidad con que se establecen los precios de peaje y la duda razonable de cuántas veces se ha pagado el coste de construcción (y cuántas veces se paga el coste de mantenimiento) gracias a los usuarios. En otro capítulo futuro entraremos en detalle de cómo se gestionan los peajes en CAT…
4. Impuestos específicos: ya mencionados en 1.
5. La viñeta: una buena opción, pero cuya implantación es un gran reto: si se implanta a nivel autonómico no habrá sitio en los parabrisas para todas las etiquetas (de renovación anual), además de ser necesaria una adicional para las carreteras estatales; si se implanta a nivel estatal, habrá que ver cómo transferir la recaudación a las autonomías…Otro aspecto clave es cómo hacer un sistema de precios justo…¿debe pagar el mismo precio quien hace 500 km al año y quien hace 30.000? Quizá con una combinación con los peajes en sombra, de manera que la viñeta sea necesaria para circular por esos tramos, podría ser planteable…aunque por supuesto hay que calcular el coste de instalar y gestionar este sistema de viñetas, no sea que acabe costando más la medida recaudatoria que lo recaudado…




No sé a ustedes, pero cuantas más opciones se muestran, más razonable parece el sistema actual de impuestos directos combinados con peajes a la luz, siempre que tengan un coste calculado de manera razonable y una gestión transparente, como NO veremos en los próximos capítulos…

Por supuesto, las empresas concesionarias ya tienen bien atados a los politicastros con una buena jubilación y con la financiación de sus partidos (el triángulo amoroso CiU-Caixa-Abertis es tan obvio que sobran las explicaciones), y en este momento no es posible reabsorber los peajes sin tener que pagar unas indemnizaciones inasumibles a estas empresas. De hecho, la sorprendente tendencia de los últimos años es, precisamente, a ampliar las concesiones, como veremos próximamente… ¿Qué podemos hacer? Al menos, protestar. Y ya que nos ponemos que sea con conocimiento


El observador


El enlace:
Una exposición muy interesante del problema de quién debe pagar las carreteras:

El momento jocoso:
Ahí van algunas bonitas compensaciones a empresas concesionarias de autopistas…al menos no lo esconden (al menos esta parte): enlace

La cita:
Antes de autodiagnosticarte depresión o baja autoestima, asegúrate primero de no estar rodeado de gente estúpida. William Gibson.


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1 comentari :

 
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